Cuando compramos un coche, es cuando realmente pueden empezar a aumentar los gastos del vehículo si no hacemos un mantenimiento preventivo de tu coche que evite posibles problemas.
Puede que no quieras leer más porque tengas en mente vigilar los neumáticos y el aceite periódicamente, pero no es así. Eso es solo un 30% de todos los elementos que debes revisar para un buen mantenimiento de tu coche, ¡atento!
Mantenimiento de coches de gasolina y diesel
Sabemos que no es fácil porque solución a un problema que aún no existe, sobre todo sabiendo que nos costará dinero, por ello es muy típico dejar pasar el tiempo y que en la próxima revisión al taller te saque una avería que podrías haber evitado con mantenimiento preventivo en tu coche de gasolina y diesel.
Aunque cada modelo de coche es un mundo ahí van los siete elementos clave que hay que revisar si o si para realizar un correcto mantenimiento del vehículo:
- Aceite: este es el elemento principal ya que se encarga de lubricar el motor y suavizar el rozamiento. Piensa que un bloque bien engrasado mantiene mucho mejor el brío y las prestaciones. Algunos fabricantes aconsejan el cambio del aceite cada 10.000 kilómetros y otros sin embargo cada 30.000 kilómetros. Lo que sí está claro es que en ese intervalo de tiempo hay que sustituir el filtro.
- Filtros: el filtro del aire garantiza que el aire que llega al motor no contenga impurezas y conviene cambiarlo cada 15.000 kilómetros. Por otro lado, el filtro del combustible evita que las impurezas del combustible lleguen al motor, debiéndose cambiar entre los 40.000 y 80.000 kilómetros. Por último, el filtro antipolen garantiza el poder tener aire limpio dentro del vehículo, sustituyéndolo cada 15.000 kilómetros o cada año.
- Neumáticos: pieza fundamental de unión entre la carretera y el coche. Hay que vigilar el estado de los neumáticos. Vigila la presión, el tiempo, el desgaste y la edad de las cubiertas.
- Frenos: además del líquido de los frenos, las pastillas delanteras tienen mayor uso y desgaste que las traseras, por eso es muy importante que el sistema sea revisado una vez al año al menos.
- Amortiguadores: junto con los frenos y los neumáticos, los amortiguadores componen el conjunto estrella para la seguridad de un coche. Son los responsables de dar estabilidad a un coche y frenar de forma eficaz. Es conveniente revisarlos cada 20.000 kilómetros. Presiona el capó del coche hacia abajo para seguidamente soltarlo, si el vehículo se rebota en repetidas veces eso quiere decir que no hay buenas previsiones para los amortiguadores.
- Sistemas de escape y catalizadores: son las principales piezas que velan por el cuidado del medio ambiente. Se encargan de reducir las emisiones contaminantes y el ruido producido por la salida de gases del motor. Los catalizadores deben cambiarse aproximadamente a los 80.000 kilómetros ya que es en este punto en el que dejan de cubrir su función protectora del medio ambiente.
- Correa de distribución: por último, ¿Sábes cuanto cuesta un kit nuevo de distribución? Pues mucho más de lo que te costaría si su mantenimiento es periódica. Se recomienda la revisión entre los 80.000 kilómetros y los 100.000 kilómetros. Lo ideal es que un mecánico vea si está agrietada o no, con esta revisión de la correa de distribución nos garantizaremos una sorpresa a posteriori.
Mantenimiento del coche eléctrico
Independientemente del tipo de coche eléctrico la primera revisión debe realizarse a los 5.000 kilómetros, la segunda revisión a los 10.000 y ya a partir de ahí repetirlas cada 15.000 kilómetros. Tener en cuenta también lo que nos indique el libro oficial del vehículo que indica los periodos de revisión aconsejables e incluso los adapta en cada caso en función del estilo de conducción.
El mantenimiento de un coche eléctrico es diferente de la de los coches convencionales ya que no cuentan con el mismo tipo de piezas. Algunas de las revisiones habituales que suelen pasarse en un coche de gasolina, como son la del aceite y los filtros de aceite, aire y gasolina, no se realizan en un vehículo de este tipo ya que lo motores eléctricos no usan ni aceite ni gasolina. Tampoco hace falta revisar en un coche eléctrico ni bujías, calentadores, tubo de escape ni la correa de distribución. Sin embargo, sí que se tienen que revisar otras partes del vehículo y cambiar otros líquidos del coche.
El sistema de refrigeración se desgasta menos en este tipo de coches, pero igualmente se tiene que cambiar el líquido refrigerante del motor aunque sea un coche eléctrico. Especial hincapié hay que tener en las revisiones de coche eléctricos, en las que se tienen que hacer comprobaciones del aislamiento eléctrico de todo tipo de cables y también de las baterías del coche.
Por último, los neumáticos tienden a desgastarse más en los coches eléctricos, por lo tanto es otro punto de revisión necesario.
Mantenimiento de coches híbridos
El tipo de mantenimiento de los coches híbridos será una mezcla de los dos anteriores debido a que tiene tanto motor de combustión como motor eléctrico, por lo que habría que pasarle la checklist de los dos coches anteriores. Ahora, aunque tendrías que pasar más revisiones, los costes de ahorro de mantenimiento en los coches híbridos son muchos mayores que los de un coche de combustible convencional. Esto se debe a que muchos coches híbridos prescinden de algunos materiales como el alternador o la correa de distribución.
Ya sabes, “más vale prevenir que curar”, así que revista todos estos elementos de tu coche y evitar perder tiempo y dinero por una avería que podía haberse evitado.
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